La fortaleza Sarracena

La cima del monte Tabor en el siglo XIII, estaba rodeada y cerrada por la muralla de una fortaleza musulmana. Antes de penetrar en el interior para visitar los otros monumentos de las épocas bizantina, medieval y moderna, demos una vuelta por la parte externa de la fortaleza. Con un mínimo de esfuerzo tendremos la posibilidad de mejor captar la naturaleza de esta ingente obra de defensa sarracena cuya construcción provocó una cruzada de los ejércitos cristianos para destruirla.

Para la visita nos serviremos del plano ideado en el 1898 por el ingeniero alemán Rudolf Lendle ayudado que fue por el P. Meistermann, superior de la comunidad franciscana del Tabor y óptimo conocedor tanto de las ruinas como de las fuentes históricas tocantes a la montaña. El plano ha sido recientamente revisado y puesto al día por el P. Bagati que, a su vez, se sirvió también de los planos originales del arquitecto Barluzzi. No hay que olvidar que los autores ingleses del Survey  fueron los primeros quienes diseñaron un plano de la fortaleza y de las ruinas en su interior.

La fortaleza sarracena mide unos 580 m. de largo E-O por 250 de ancho N.S. La parte del muro que rodea mejor conservado es la del suroeste y permanece visible hasta hoy la fosa defensiva.

Se entraba a la fortaleza, trámite un puente que permitía pasar por encima de la fosa, desde la Puerta de Damasco o puerta del Viento (Bab el-Hawa) inserta en un torreón de 20 m. x 15 m. En el 1897 la puerta fue restaurada por el P.Meistermann. Una piedra de mármol con el emblema de la Custodia de Tierra Santa y el año 1868 recuerda la restauración.

De ésta época proviene una inscripción árabe -hasta hoy conservada- delante de la iglesia del convento griego-ortodoxo de S.Elías en la parte septentrional de la fortaleza. En bellos caracteres en relieve puede leerse : "En el nombre de Dios clemente y misericordioso. Aquellos que gastan sus riquezas por la causa de Alá (Dios) y que..." (del Corán: s.2,195).

Nuestro Señor el sultán, el Rey magnífico, Issa hijo del Rey justo, Abu Bakr bin Ayyub mandó construir esta torre bendita. Los trabajos commenzaron el 5 de 'Muharram del año 610'  bajo las órdenes del siervo necesitado (¡de la misericordia de Dios!) Lúlu el magnífico" .

Por ésta y otras inscripciones encontradas en el Tabor sabemos que la fortaleza fue construída por orden del rey sarraceno Issa hijo del sultán Abu Bakr, gobernador de Damasco y Siria, y que los trabajos de la puerta fueron dirigidos por el príncipe Lúlu solo conocido en las crónicas árabes del tiempo.

Una segunda torre se alza en la esquina noroeste del muro del que quedan 8 filas de piedras toscas y muy salientes característica ésta de las construciones de aquella época. Continuando a lo largo del muro septentrional se percibe la boca de una cisterna antes de la torre de casi tres metros. El ingreso al convento griego ortodoxo ocupa el sitio de la torre n.5. El casi desaparecido muro vuelve a reaparecer sólo al lugar más próximo a la torre n.6 en el ángulo del noroeste junto al cual se excavó una cisterna, de la que proviene probablemente una inscripción que recuerda la construcción de "esta bendita cisterna" por orden del Rey magnífico honor del mundo y de la religión, siempre bajo la dirección del príncipe Lúlu. Muy poco queda de la torre n. 7 del muro oriental de la fortaleza, cuyos fundamentos, apoyados en otros bizantinos, fueron empleados por los arquitectos musulmanes y cubiertos entre dos torres. La torre en el angulo del S-E fue conocida por los árabes como el muro de "Qasr Banat al-Malik" (palacio de las hijas del Rey) y a él se dirigieron los religiosos franciscanos en busca del santuario de la Transfiguración. La torre fue restaurada por Barluzzi con ocasión de la construcción de la nueva basílica. La construcción del muro de la fortaleza relacionado con la basílica y con el convento franciscano hace parte de esta misma construcción.

Continuando hacia el oeste se encuentra un ángulo con una puerta sobre la que se apoya un architrabe con una piedra sin inscripciones. Se trata evidentemente de un pasadizo a los subterráneos de la fortaleza. Relacionados con esta zona del muro se conservan algunos ambientes de uno de los baños de la fortaleza que antes de la primera iglesia franciscana fueron utilizados en la celebración litúrgica. Probablemente formaban parte del palacio donde habitaba el comandante del fuerte; del que queda la torre n.11 y algunos ambientes en arco que siguen hasta el interior.

De la torre n. 12 queda poco o nada. Luego el muro reaparece cerca de la torre n. 13 en la que se aprecia un interior arqueado con estrechas aberturas verticales. De la terrecilla n. 14 se ha salvado el arco de ingreso. Desaparecida casi completamente la torre n. 15 que sobresalía en el ángulo del suroeste.

Aquí se interrumpe el muro porque la zona fue utilizada como bodega de piedra durante la construcción de la basílica.

Así que hoy día de la fortaleza sarracena queda el muro circundante, los ambientes del baño del sur, arriba mencionados, los ambientes de un segundo baño al norte de la basílica, y las inscripciones árabes conservadas en la montaña en el convento franciscano y en el griego-ortodoxo. Entre éllas destaca la esculpida en la base de una columna de mármol conservada hoy en lo que es la iglesia de S.Elías: "Aquellos que gastan sus riquezas en defensa de la causa de Alá (Dios) y que no se acarrean la reprensión a causa de su generosidad, ni se portan mal, tendrán su recompensa junto al Señor, el terror no se abatirá?sobre ellos ni sentirán la aflicción." "Ha ordenado la construcción de esta fortaleza bendita nuestro señor el más grande, el Sultán del Islam y de los musulmanes, Abu Bakr ben Ayyub, amigo del príncipe de los creyentes, a su regreso del Este, reunió sus huestes victoriosas y acampó en la falda del Tabor, una vez que cesó la tregua. Comenzaron los trabajos el domingo 5 del mes de 'Hijjah del año 609' (1212).  Fué construido bajo las órdenes del Amir Hussam ud-Din Lúlu, hijo de Abdallah, siervo de su majestad el Rey.

De esta incripción de base sabemos que la iniciativa de construir la fortaleza fue tomada por el sultán Sayf ud-Din el Rey justo, hermano del más famoso Salah ud-Din vencedor de los cruzados en Hattin en el 1187. Proclamado sultán en el 586 de la Egira, es decir en el 1200 y califa del islám en 604 (Egira) /1207 A.D., gobernó asociándose a sus cuatro hijos como gobernadores; de éllos, al-Kamil (el perfecto) fue gobernador de Egipto y al-Muazzam (el magnEifico)  de Damasco, constructor de la fortaleza, como hemos podido leer en la inscripción de la puerta del Viento. Asi pues la fortaleza fue construída en el 609/1212.

En las otras inscripciones, más de diez, además de los dos principales protagonistas, el sultán y su hijo, y el príncipe Lúlu que también es llamado general, hemos encontrado el príncipe Izz ud-din Aibak quien a la muerte del Rey Justo, habiendo sucedido al padre en el califato, llegó a ser el regente del Rey Al-Nasser (vencedor), (y un tercer oficial, Rokn ud-Din Mankuwyrish turco de origen, que dirigió las excavaciones de la grande cisterna en el lado noroeste. Por otra inscripción hemos podido averiguar que también fueron construídos almacenes en el interior de la fortaleza.

Historiadores contemporáneos nos dicen que el Rey justo decidió construir la fortaleza para hacer frente a los cruzados capitaneados por Jean de Brienne que no aceptaron renovar la tregua firmada por Emerico II que expiraba en septiembre del 1210. La construcción de la fortaleza fue la causa directa que motivó la V cruzada. En una carta dirigida a los príncipes cristianos el Papa Inocencio III escribía así: "estos mismos sarracenos están construyendo para escarnio del nombre cristiano una fortaleza en la cima del monte Tabor... Esperan que gracias a élla podrán hacerse dueños de Acre... para luego poder adueñarse sin ningún obstáculo del resto de Tierra Santa."

Andrés II de Ungría capitaneó la armada cristiana que saqueó gran parte de la zona hasta los altos del Golán. El 30 de noviembre del 1217 los cruzados tomaron posiciones delante del Tabor y el 3 de diciembre intentaron la escalada, en procesión con el Patriarca de Jerusalén a la cabeza, llegando hasta las puertas mismas de la fortaleza. Indecisos acerca de las medidas oportunas a tomar, dieron vuelta atrás, volvieron a la esplanada para preparar el ataque decisivo que se realizó el 5 de diciembre. Con una enorme escalera los cruzados intentaron escalar la puerta del Viento. Pero los asediados lograron dar fuego a la escalera mediante bombas de nafta (molotof de ahora). La sorpresa provocó la muerte de algunos nobles del ejército cruzado. Una vez más se levantó el asedio y así la empresa fue abandonada.

Una vez pasado el peligro, "el Rey justo", para evitar nuevas incursiones por parte de los cruzados y nuevas desgracias a los habitantes, decidió demolir la fortaleza la cual fue efectivamente desmantelada en el 1218.