El Santo Sepulcro en la época turca 1517-1917

Durante este período el centro del poder Islámico fue transferido de la dinastía Mameluca de Egipto a los Otomanos Turcos. La armada turca causó grandes destrozos por todo el Mediterráneo. Conquistó la isla de Rodas y ocupó el Medio Oriente. Hubo batallas contra los poderes de la Europa cristiana. Fueron rechazados en 1565; Durante tres meses sitiaron Malta que en esa época había pasado a ser gobernada por los Caballeros de S. Juan.
En ese momento Constantinopla se convirtió en la sede del nuevo poder turco.


Presentamos los siguientes eventos no solamente para la cronología histórica basada en documentos y hechos, sino especialmente para ayudarnos a comprender cuanto se ha logrado hoy en día mediante el diálogo mutuo y el respeto entre las fraternidades cristianas que viven en el Santo Sepulcro. No se trata de una bofetada en la cara sino de una palmada en la espalda.

"Restaurar la unidad concierne y envuelve a la totalidad de la Iglesia, ya se trate de los fieles como del clero. Y se extiende a todos, de acuerdo al talento de cada uno, ya sea ejercitándose en la vida diaria o a través de estudios teológicos e históricos. El sentirse concernido revela hasta cierto punto el hecho de la unión a través de la hermandad que existe entre todos los cristianos, y lleva hacia una unión grande y hacia una unidad perfecta, de acuerdo a lo que Dios mediante su bondad desea". (Vaticano II, Unitatis Redintegratio – Decreto sobre el Ecumenismo, 5).


Bajo el nuevo dominio Turco la comunidad griega, convertida en súbditos del Imperio Otomano, trató de obtener la posesión de la Iglesia del Santo Sepulcro. Al entrar a Constantinopla en 1453 Mohammed II proclamó al Patriarca griego de Constantinopla como cabeza religiosa civil de todos los Cristianos de Oriente que residían en su Imperio.


El Patriarca Theophanis, con la ayuda de Gregorio, subalterno del obispo, obtuvo en 1633 un firman fechado con anterioridad en los tiempos de Omar (638) que le confería a él la posesión de la Gruta de la Natividad, del Monte Calvario y la Piedra de Unción en el Santo Sepulcro. Gregorio confesó la falsedad, los Poderes de Occidente y el Papa Urbano VII consiguieron que el plagio fuera borrado en 1636.


Fue una época en la que el dinero y el oro llegaron a su valor máximo. Las intrigas convirtieron a la Iglesia del Santo Sepulcro en un trofeo muy valorado que el sultán podía vender al mejor postor. Efectivamente entre el 1630 y 1637, bajo Murad IV (1623-1640), varias partes del Santo Sepulcro cambiaron de mano seis veces. Los Franciscanos no hubieran podido mantener esta costosa batalla si no hubiera sido por Francia que se convirtió en el protector oficial de los Santos Lugares y sus custodios.

The silver lamps

Las lámparas de plata delante del Santo Sepulcro

Durante la prisión de los Franciscanos (1537-1540), los Coptos obtuvieron el permiso del gobierno turco de erigir un altar detrás de la Aedicula del Santo Sepulcro.

The Coptic Chapel

La capilla de los Coptos detrás de la Aedicula del Santo Sepulcro

El terremoto del 1545 sacudió el campanario y una parte cayó sobre el baptisterio debajo de él.

En 1555 el P. Boniface de Ragusa, Custos (Custodio) de Tierra Santa, obtuvo el permiso de restaurar partes de la basílica y renovar por completo la Aedicula. Esta era una restauración de gran nivel y el fraile dejó una detallada descripción del trabajo llevado a cabo. Era la primera vez a desde 1009, cuando la tumba fuera destruida bajo los martillos de los soldados de al-Hakim, que la roca desnuda de la tumba fue de nuevo vista por ojos humanos. De hecho él escribe que el 27 de agosto de 1555 a las 4 pm la roca-lecho sobre la cual yació el cuerpo de Nuestro Señor fue descubierta.

" Los trabajos comenzaron extrayendo la estructura existente, apareció delante de nuestra mirada la tumba del Señor claramente cavada en la roca: en ella eran visibles imágenes de dos ángeles uno de los cuales llevaba una inscripción que decía ¡Ha resucitado! No está aquí" mientras que el otro, señalando a la tumba, proclamaba "Ved el lugar donde lo pusieron". Las imágenes de estos ángeles, cuando estuvieron en contacto con el aire, se desvanecieron por completo. Cuando tuvimos en las manos una de las placas de alabastro que cubrían el sepulcro, ubicado allí por Santa Elena con el objeto de celebrar el santo sacrificio de la Misa, apareció ante nosotros ese inefable lugar en el que yació durante tres días el Hijo del Hombre; "ut plane coelos apertos videre tunc nobis, et illis, qui nobiscum aderant omnibus videremur". En el lugar, que había sido empapado con la sangre preciosa y con la mezcla de ungüento, con el cual lo habían cubierto para enterrarlo, se desparramó por todas partes una luz brillante como si fueran los luminosos rayos del sol. Estaba descubierto ante nosotros, venerado con gemidos de devoción, con alegría espiritual y con lágrimas junto a quienes estaban presentes (realmente había bastantes Cristianos, ambos de Occidente y de Oriente) los cuales llenos de devoción celestial, algunos derramaban lágrimas, otros se encontraban profundamente excitados, todos estaban asombrados y eran presa de una especie de éxtasis. En el centro del Santo Lugar encontramos un pedazo de madera, que lo habían ubicado allí y lo habían puesto en una tela de mucho valor: al tenerlo en nuestras manos con gran devoción lo besamos y al contacto con el aire la tela se deshizo inmediatamente dejando sólo unos hilos dorados. En ese pedazo de madera preciosa habían algunas inscripciones, pero tan consumidas por el tiempo que no era posible armar una frase completa usando esas palabras, aún cuando en una membrana pudimos leer en latín y con letras mayúsculas ELENA MAGNI"

Perspective view of the Aedicula

Vista con perspectiva de la Aedicula

En 1644 los Georgianos, incapaces de hacer frente a los gastos dentro de los intrincados arreglos con las autoridades turcas, dejaron definitivamente la Basílica del Santo Sepulcro, seguidos, unos pocos años después, por los Abisinios. Los Franciscanos adquirieron la mayor parte de la propiedad abandonada por otras congregaciones.

El asunto sobre la posesión del lugar se volvió aún más agudo cuando el Patriarca Dosithens (1669-1707) hizo un arreglo con otro firman en 1676, otorgándole la exclusiva posesión del Santo Sepulcro a los Ortodoxos.

Debido a la presión de los Poderes Europeos, Turquía formó un tribunal especial para examinar los documentos presentados por las dos partes. El resultado fue un firman en 1690, mediante el cual los Franciscanos debían ser reintegrados ya que lo habían sido antes de 1630. La sentencia fue solemnemente publicada en Jerusalén el 25 de junio de 1690, en presencia de las autoridades y de las partes en conflicto. El 29 de junio, el Custodio Franciscano, con una solemne Misa, tomó nuevamente posesión del Santo Sepulcro y de los demás lugares dentro de la Basílica.

A view of the Altar of the Nailing

Una vista del Altar de la Crucifixión en el Santo Calvario

Hacia el final del siglo XVII la cúpula de forma cónica de la Anástasis construida por Constantino Monómaco comenzó a derrumbarse. En 1691 los frailes pidieron los permisos necesarios a Turquía para poder reparar los daños. El permiso se les dio en 1719 y sabiendo que ese tipo de trabajos podía fácilmente ser suspendido por las autoridades Otomanas, hicieron lo posible para llevar a cabo una rápida intervención empleando a 500 hombres los cuales eran controlados por 300 soldados. Entre los trabajos que se hicieron están la cúpula, la escalera a la Capilla del Encuentro de la Cruz y la Piedra de la Unción. Simultáneamente los Armenios reestructuraron la escalera de la Capilla de Sta. Elena y los griegos empujaron hacia abajo los dos pisos más altos del campanario. La Aedicula del Santo Sepulcro fue restaurada en 1728.

A view of the Stone of the Unction

Vista de la Piedra de la Unción

En el Domingo de Ramos de 1767 los Griegos entraron a la Basílica del Santo Sepulcro y crearon un caos, acusando a los Frailes de toda clase de intrigas. La parte Otomana, sin investigar, entregó un firman a los Griegos dándoles la posesión conjunta con los Latinos de partes de la Basílica del Santo Sepulcro. A pesar de las reclamaciones del Papa Clemente XIII a todos los Poderes Occidentales, el firman se hizo y la posesión de los Santos Lugares ha tenido cambios leves desde entonces.

The Altar of the Katholicon

El Altar del Katholicón

El siglo XIX se abrió con el gran incendio de 1808 en la Basílica del Santo Sepulcro, que causó un daño enorme al lugar. Debido a las guerras Napoleónicas en Europa los Frailes no encontraron suficiente dinero para conseguir los permisos necesarios de Turquía para realizar la restauración. Rusia, patrona de la comunidad Ortodoxa, obtuvo el permiso para que la comunidad Ortodoxa realizara la restauración.

The Armenians during a procession

Los Armenios durante una procesión

En 1860 el embajador francés General Aupick, en nombre de los países católicos, pidió que se les devolvieran a los Franciscanos los derechos otorgados antes de 1767. El gobierno Otomano estaba dispuesto a aceptarlo pero el Zar Ruso Nicolás intervino y le ordenó al Sultán que no hiciera ningún cambio en la situación bajo amenaza de romper las relaciones diplomáticas. Turquía se vio forzada en 1862 a sacar un firman disponiendo que el Statu Quo (o sea el de 1767) se mantuviera.