LA NUEVA IGLESIA DE LA AGON?
Detail from the mosaic
Detalles de la fachada de la nueva basílica de la Agonía
En octubre de 1919 se ponía la primera piedra de la iglesia, que la Custodia de Tierra Santa había decidido construir sobre el sitio de la que se creía, entonces, era la iglesia “elegante” del siglo IV. El proyecto había sido confiado al arquitecto Antonio Barluzzi (Fig. 16).
Como ya lo hemos señalado, los trabajos habían comenzado cuando las basas de una columna descubrían, en 1920, dos metros debajo del pavimento medieval, los restos de un magnífico mosaico. El arquitecto inmediatamente ordenó retirar los nuevos cimientos e iniciar las excavaciones. Después del descubrimiento de la iglesia bizantina, fue necesario revisar la planta del nuevo edificio. Los trabajos duraron del 19 de abril de 1922 hasta el 15 de junio de 1924, día de la consagración del nuevo santuario.
View of the mosaiced ceiling
Vista del techo en mosaico apollado en las columnas de una pieza
Numerosos países han contribuido a los gastos de la construcción. Sus escudos están reproducidos en las bóvedas y en los mosaicos absidales. Son estos: en la nave lateral izquierda, comenzando desde el ábside, Argentina, Brasil, Chile, Méjico; en el centro, Italia, Francia, España, Inglaterra; a la derecha, Bélgica, Canadá, Alemania, Estados Unidos de América. Los mosaicos absidales fueron donados por Irlanda, Hungría y Polonia; la corona de la “Roca de la Agonía”, por Australia. A causa de esta aportación internacional, el edificio recibió el nombre de “iglesia de todas las Naciones”.
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Interior de la nueva basílica con la vóbeda iluminada
EL EDIFICIO ACTUAL

El edificio recobra, dentro de unas dimensiones más amplias, la planta basilical, con tres ábsides, de la iglesia bizantina. Sin embargo, la destrucción de esta última, casi completa, dejó a los constructores la elección del estilo arquitectónico y, especialmente, de la altura.
Por su carácter universal, la arquitectura romana clásica de la misma época de Cristo era la más apropiada. Sin embargo, en el proyecto del Maestro Barluzzi, el edificio debía ser una evocación continua de la escena de la Agonía, al mismo tiempo que una afirmación de la autenticidad del lugar. Así, para dar la sensación de anonadamiento, el arquitecto cortó la altura de los muros con un techo de doce cúpulas rebajadas; para recordar la noche de la Agonía, dejó el interior en penumbra, propio para el recogimiento, gracias a los diversos colores morados del alabastro de las vidrieras, brillantes en el conjunto y diseñó en la bóveda un azul oscuro de un cielo estrellado, que circundan ramas de olivo (Fig. 1).
La roca, junto a la cual se levantaba el presbiterio primitivo, ha sido conservada al nordeste, al este y al sudeste, tal como la tallaron los primeros constructores y las excavaciones han confirmado. Sirve de marco al peñasco, cuya función, en la iglesia primitiva, es imposible decir, aunque la tradición lo relacionaba con la Agonía de Jesús.
Dos tipos de piedras se han empleado en la construcción de la iglesia: en el interior, una piedra gris rojiza, extraída de las canteras de Lîfta (noroeste de Jerusalén); al exterior, la piedra rosácea de Belén.
El edificio está dividido en tres naves de igual anchura, con seis columnas de piedra rosácea, dando así la impresión de una sola nave.
The presbytery areaThe presbytery area today
Area del presbiterio: izquierda - antes de la reforma litúrgica; derecha - en la actualidad
EL PISO

Los mosaicos de las naves laterales y de los entrepaños reutilizan motivos geométricos primitivos, cuyos restos descubiertos, – y conservados en el piso actual, – permitieron una reconstrucción fidedigna.
Los restos del mosaico central eran demasiado pequeños para que se haya podido pensar en sacar utilidad. Inspirado en los motivos tradicionales del arte romano del siglo IV, el nuevo mosaico se caracteriza por la sobriedad de su dibujo central: dentro de una trenza, una cruz estilizada encierra el monograma llamado constantiniano. Esta sobriedad contrasta con el motivo floral del amplio borde, en donde, sobre un fondo de estelas negras, sobresalen volutas de acanto, flores y pájaros.
Los diseños de los mosaicos del suelo son obra del pintor Pedro d’Achiardi,
que pintó igualmente los adornos de la bóveda.
A pesar de las dimensiones más amplias del nuevo edificio, los mosaicos no ocupan más que el área de la iglesia bizantina. Para evocar más a ésta, los actuales constructores señalaron con baldosas de mármol gris la posición de los muros, las columnas y las tumbas del antiguo atrio. Líneas en forma de zigzag; símbolo del agua, recubren la cisterna y la antigua reguera, de las cuales una parte original permaneció visible hasta 1939.
wall decorationswall decorationswall decorations
Detalles de los mosaicos parietales de la basílica actual
LA DECORACIÓN DE LOS MUROS
Además de los mosaicos de la bóveda, la basílica está decorada con tres mosaicos absidales. Estos representan, de izquierda a derecha, el beso de Judas, la escena de la Agonía y la del “Ego sum” (Jn 18,5), “Yo soy Jesús de Nazaret”.
Los mosaicos laterales son obra de Mario Barberis. El mosaico central fue pintado por Pedro D’Achiardi, que ha querido mostrar al Salvador en Agonía, abrumado sobre la roca, como una víctima sobre el altar. El rostro, empañado de tristeza, pero no desesperado. La mano de Dios tiende hacia El la corona de la victoria y un Angel, situado entre el cielo y la tierra, le trae la ayuda divina (Fig. 17).
Another view of the basilica
Otra vista de la basílica
LA CORONA DEL "PEÑASCO DE LA AGONÍA"
Delante del altar, cuya base muestra un cáliz, – para recordar el grito de Jesús a su Padre, – se extiende la roca llamada de la Agonía. Su contorno tiene la forma de una corona de espinas, en la que algunos ramos de olivo evocan el huerto. Las aves, afrontadas a un cáliz, simbolizan las almas que quieren participar del cáliz de Cristo (Fig. 13). La muestra se ofrece por dos palomas de plata que agonizan entre las zarzas, y estiran el cuello como víctimas de ofrenda.
Detail of the Crown of thorns
Detalle de la corona de espinas alrededor de la roca de la agonía
EL PÓRTICO

La iglesia comunica con el pórtico por una sola puerta, donde está representado, en bronce, el árbol de la vida, que sale de una cruz y formando cuatro volutas, en el centro de las cuales aparecen los símbolos de los evangelistas. Los cruceros contienen textos del Evangelio, relacionados con la Agonía.
Details from the facade
Details from the facade
Details from the facade
Detalles de la fachada
El pórtico se abre al valle del Cedrón, cn tres grandes arcos sostenidos por pilastras. Las pilastras de la fachada están flanqueadas por columnas corintias, cuyos capiteles soportan las estatuas de mármol de los cuatro evangelistas (Fig. 10).
En el enorme mosaico del tímpano, adornado con dos ciervos afrontados a la cruz, el Profesor Julio Bargellini representó a Cristo como mediador entre Dios y la humanidad. Por ésta, El da su corazón, que un Angel agarra en las manos.
A la izquierda de Cristo, se extienden los débiles y los miserables, que esperan a pesar de sus dolores, como esa madre que ofrece a su hijo; a su derecha, los poderosos y sabios, que reconocen la insuficiencia de su poder y sabiduría. Cristo hace propias las oraciones de cada uno, según el versículo de la Carta a los Hebreos (5,7), reproducido en el mosaico: “El, en los días de su vida mortal, ofreció oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte. Y Dios lo escuchó después de aquella angustia”.
Details from the facade
Detalle del mosaico de la fachada