La llanura de Esdrelón tiene aproximadamente la forma de un triángulo isósceles. La base se extiende hacia nordeste desde Yenín a Kiryat Harroshet de las montañas de Umm el-Fahm, de la vertiente norte de las montañas de Samaría y de las pendientes meridionales de la cordillera del Carmelo. El lado norte, limitado por los collados de Galilea septentrional, y el oriental, movimentado por los dos complejos montañosos de Gelboe y el pequeño Hermón, se unen en el monte Tabor, que sería el vértice del triángulo. Teniendo en cuenta que la base, en linea recta, es cerca de 35 Km. de larga y que cada lado mide cerca de 20 Km., el área de la llanura comprende cerca de 250 Km2. Por tanto, Esdrelón es la más extensa cuenca de Cisjordania. La región sur de la hondonada que se une al valle samaritano de Dothan, se llama planicie de Yenin; la nordoriental, comprendida entre los collados de Nazaret y el pequeño Hermón toma el nombre de valle de Iksal.

De Esdrelón, al este de Yezrael, se extiende el valle de Beisán que corre entre las montañas de Gelboe (al sur) y los bajos montes de Zevaim (al norte). De oeste a este desciende de una altura de 40 m. sobre el nivel del mar hasta cerca de 115 m. por debajo del mar. La cuenca tiene 18 Km. de largo y no más de 3 Km. de ancho. Cubierto de aluvión y basalto pleistocénico, le atraviesa el Nahal Harod (en árabe Nahr el-Gialud) que va a desembocar en el río Jordán.

Los geólogos retienen que las llanuras de Beisán o de Esdrelón, comenzaron a formarse contemporaneamente a la depresión del Jordán, en la era Cretácea. Al menos por un indeterminado período ambas permanecieron sumergidas y unieron al mediterráneo los lagos existentes en la depresión.

El Cisson es el río de Esdrelón. Enriquecido por numerosos afluentes, atraviesa la llanura subiendo hacia el noreste, entra en la planicie de Haifa, por el paso de Meguido o garganta de Ara cerca de Kiryat Haroshet, y termina desembocando en el Mediterráneo. Con una longitud de cerca de 40 Km., es el Cisson el río más importante de Tierra Santa después del Jordán.

Dada la cantidad de afluentes, ricos en agua sobre todo en el invierno, y dada la mínima inclinación del terreno y la escasa permeabilidad del terreno aluvional, el Cisson difícilmente podía avenar la llanura. Se formaban así en diversos sitios manantiales y pantanos que, aunque causaban la malaria, no ofuscaban, sin embargo, la belleza de la zona en la cual - al tiempo de un anónimo citado por Pedro Diacono - abundaba en viñas y olivares.

He aquí dos breves descripciones: Doubdan (1632) nos invita a dar un salto en el pasado: "Esta llanura - dice - es la más fértil y la más bendita de toda Tierra Santa a causa de sus pastos y produciría hermosísimas cosechas y muy abundantes al igual que lo hacen nuestros mejores campos de Francia, si se la cultivara. Pero como no se la cultiva y porque una buena parte es puro prado, hemos podido gozar desde la cima del monte (el Tabor) con la vista de los Arabes acampados en la llanura por miles, e innumerables tiendas y pabellones diseminados por doquier revestidos de los colores del arco iris, verdes, rojos, amarillos con gran cantidad de camellos y caballos paciendo libremente; parecía que se tratase de un ejército dispuesto al asedio de una ciudad."