CAFARNAÚN, CONCLUSIÓN

Las recientes excavaciones han proyectado nueva luz sobre el lugar bíblico de Cafarnaún. Una parte de los barrios habitados puede verse en la actualidad; los dos edificios públicos - la sinagoga y la iglesia octogonal - han sido restablecidos a su contexto natural e histórico.
De estas excavaciones ha surgido una imagen compleja. A primera vista, los dos
edificios públicos parecen desproporcionados en relación a las necesidades de una aldea, y contrastan con la sencillez de los barrios habitados. La sobria población de Cafarnaún parece no haber ahorrado esfuerzo alguno para hacer resaltar la preeminencia absoluta de los valores espirituales.
Algunos visitantes se asombran de encontrar aún una sinagoga hebrea y un santuario cristiano, el uno al lado del otro.
La ubicación de ambos edificios públicos fue sugerida por la preocupación de conservar y perpetuar la sacralidad de los dos lugares: la iglesia octogonal, en efecto, perpetuaba el sitio exacto de la casa de Pedro, y la sinagoga de finales del siglo cuarto fue erigida sobre las ruinas de las sinagogas anteriores.
Mayor sorpresa aún ha causado la fecha que hemos atribuido a la sinagoga blanca: los años finales del siglo cuarto. Algunos eruditos creen inconcebible que una sinagoga tan monumental se haya podido construir bajo el gobierno de emperadores cristianos. Nuestras excavaciones han tenido el feliz resultado de provocar nuevas investigaciones en torno a las monumentales sinagogas de Galilea. Se ha averiguado que este tipo de sinagoga se construía aún en el siglo sexto, como es el caso de la de Nabratein. En conclusión, tanto en el terreno arqueológico como en el histórico, muchas teorías se han derrumbado a raíz de nuestras indagaciones en el antiguo poblado dt Cafarnaún. Obviamente, nuestros descubrimientos han sido de gran interés tanto para los exegetas como para los historiadores del cristianismo primitivo.
En fin, las ruinas puestas al descubierto constituyen a partir de hoy un libro abierto para tantos visitantes y y peregrinos que vienen a buscar en este lugar bíblico un contacto personal con Ia ciudad de Jesús".

El tributo al Padre Vergil Corbo, el francescano que dedicó su vida a la excavación de la ciudad de Jesús