Zona noreste y este del Lago Tiberiades

 

En la zona noreste del Lago Tiberiades se encuentran dos poblaciones de interés, Betsaida y Kursi, ambas muy ligadas a la vida de Jesús. 

En Betsaida nacieron Simón, Andrés y Felipe

En Betasaida tuvo lugar la curación un ciego 

En Kursi se conmemora el milagro de los endemoniados gerasenos.

BETSAIDA (casa de la pesca). En 1988 se inició un estudio arqueológico de Et-Tell, donde los excavadores han distinguido ya restos de

diversas ocupaciones apoyándose en la estratigrafía. El período Helenístico, representado en el estrato II, abarca del s. III a.C. al s. I d.C. En este momento la ciudad fue destruida y abandonada, pero fue reocupada a finales del s. II d.C. y de nuevo abandonada en el s. IV.  Este último período viene determinado por el estrato I.

El lugar es identificado con Betsaida, que recibió el sobrenombre Julias, en honor de Julia, la hija de Augusto, en tiempos del tetrarca Filipos, quien elevó la ciudad a la categoría de Polis. Algunos restos de equipos relacionados con la pesca (v. gr. abundancia le plomos de hundimiento de las redes para pescar) hacen pensar fue el lago se aproximaba más a la ciudad en aquella época.

Puede esperarse que la investigación arqueológica en curso en Et-Tell aporte nuevos datos que dejen fuera de toda duda la identifica- de este lugar como la Betsaida del evangelio, patria de los apóstoles Pedro, Andrés y Felipe, identificación que nos parece muy probable.

Betsaida fue una de las poblaciones reprobadas por Jesús (Mt 11,21). aunque el evangelio sólo recuerda la curación de un ciego en Betsaida (Mc 8,22-26), es probable que Jesús realizara allí otros milagros.

Pasado el Cruce de Yehudiye, y dejando a la izquierda la carretera del Golán hacia Quneitra, nuestra ruta se dirige hacia el sur, dejando a la izquierda el Wadi ed-Daliye, mientras sigue bordeando la desértica llanura el-Batihah, situada entre la carretera y el lago. Algunos comentaristas sitúan el milagro de la multiplicación de los panes y los peces de los relatos de Mateo (14,13-21) y de Lucas (9,1017) en esta ribera.

Una desviación a la izquierda conduce a las alturas del Golán, pasando cerca del lugar histórico de Gamala, situado en lo alto de un montículo escarpado dentro del Wadi ed-Daliye semejante a una giba de camello, de donde le viene el nombre.

Flavio Josefo relata con minuciosidad de detalles la resistencia que las legiones romanas encontraron en el sitio de Gamala el año 68 d.C. Hoy pueden verse en el lugar, entre otros restos, los de una de las más antiguas sinagogas,

Otra desviación a la izquierda conduce a Ramot, moshav fundado en 1967. Tiene hostelería.

KURSI (a 32 km. de Tiberias y a 12.5 km. del Jordán). Está situado en la desembocadura del profundo Wadi el-Samak o Kersa (valle de los peces). Tiene acceso entrando por la nueva desviación hacia las alturas del Golán. Enseguida se ve el aparcamiento a la derecha.

Según la tradición testimoniada desde el s.v., ésta sería la región de los « gadarenos» (Mt 8,28) o «gerasenos» (Mc 5.1). «de los gerasenos que está enfrente de Galilea» (Lu 8.26), donde sitúan los evangelios el episodio de la expulsión de una legión de demonios de un poseso -dos, según el Evangelio de Mateo-, y su entrada en una piara de cerdos que se precipita acto seguido en el mar La región se encontraba dentro del territorio de la Decápolis (Mc 5,20). El Wad¡ el-Samak servía, de hecho, de frontera entre la Gaulanítide, al norte y la Decápolis, al sur.

El problema de la localización de este hecho viene planteado ya en los Evangelios. ¿Se trata de Gadara o de Gerasa? Escritores antiguos, como Orígenes, Eusebio de Cesarea y S. Jerónimo sintieron la necesidad de encontrar una solución, pero sin éxito. Evidentemente, son inadmisibles las hipótesis que piensan en la Gadara =Umm Qeis) al sur del río Yarmuk, a 10 km. del lago: y menos aún si se piensa en la Gerasa (=Gerash). a no menos de 50 km., ambas en la actual Jordania. Pero ¿por qué no podía tratarse de otra Gadara o Gerasa que estuviera junto al lago? La repetición de topónimos es muy frecuente en el país de la Biblia. En el Talmud se sitúa en esta región una localidad llamada Kursa.

Y otras fuentes bizantinas nos dan el nombre griego, Korsia, con el que se conocía a este lugar. Por ejemplo. Cirilo de Escitópolis, en la Vida de San Sabas, relata la visita que el santo abad,  hizo a Korsia, para rezar allí. La forma actual, Kursi. aparece por primera vez en un escrito del s. x, el Pseudo-Petrus de Sebaste. Y a lo largo de toda la Edad Media hasta la época moderna los peregrinos han seguido visitando ese lugar, atraídos por el recuerdo de la liberación milagrosa del endemoniado. Es probable que el término griego Korsia sea una corrupción del nombre Corozain,  pues parece que ya en el s. III d.C. se había perdido la memoria de esta localidad, viniendo a identificarla erróneamente, al menos desde el s. IV, con el lugar de la expulsión de la legión de demonios, en la ribera oriental del lago. 

Volviendo al Evangelio y ateniéndonos al relato paralelo de los Sinópticos, disponemos de los datos siguientes: Desde Cafamaum, o un lugar próximo, y al anochecer. Jesús se dirige en barca con sus apóstoles al otro lado del lago, muy probablemente buscando escapar de la muchedumbre. Si se tiene en cuenta la tempestad desencadenada durante la travesía y los no menos de 9 km que tuvieron que hacer para alcanzar el punto más cercano del territorio de la Decápolis, bien pudo llevarles toda la noche. Y si lo que pretendía era entrar en tierra de paganos para pasar más desapercibido de la muchedumbre que les seguía a todas partes, el Kursi actual ofrecía la ventaja de conseguir ese fin sin prolongar innecesariamente la ya larga y difícil travesía. No es probable, por consiguiente. que se fueran más al sur y, por supuesto, tampoco quedarse más al norte, por no ser territorio de la Decápolis. Si hasta el presente no se ha encontrado ninguna ciudad en la región a la que puedan ajustarse las referencias del texto, no quiere esto decir que no pueda aparecer cualquier día. Todavía no se han investigado, por ejemplo, las ruinas de una pequeña población romana situada a la orilla del mar y con restos de un pequeño puerto. Pero hay otros yacimientos en el entorno, igualmente sin explorar. Y, en todo caso, no debe olvidarse que Lucas lo sitúa «en frente de Galilea».

Una aportación importante como refuerzo de la tradición son los resultados de las recientes excavaciones dirigidas por V. Tzaferis, al poner al descubierto las ruinas de un gran monasterio bizantino con su iglesia, hoy parcialmente reconstruida. Estas ruinas vienen a confirmar la existencia de una tradición anterior a la construcción del monasterio. En efecto, según los excavadores, parece que desde la fundación del mismo, a finales del s. v, ya se previó la construcción de una hospedería para peregrinos dentro del gran complejo. Lo que hace pensar en una necesidad ya existente. De hecho, el monasterio tuvo un gran florecimiento en su primera época, merced a la afluencia de peregrinos que lo visitaron a todo lo largo del s. VI y principios del VII. La parcial destrucción provocada por los Persas (614), primero, pero sobre todo la invasión de Islam (636). que dificultó el paso a los peregrinos, fueron la causa de su decadencia, que terminó en cl abandono definitivo del mismo, en la segunda mitad del s. VIII


Al sureste del monasterio, en la pendiente escarpada, pueden verse los restos de una capilla construida por los Cruzados, en relación con el hecho milagroso.

«Y desembarcaron en la región de los gadarenos, que está enfrente de Galilea. Tan pronto saltó a tierra, le salió al encuentro un hombre del poblado que estaba endemoniado. Hacia tiempo que no usaba vestidos, ni habitaba en casa alguna, sino en los sepulcros. Al ver a Jesús empezó a dar gritos, se postró ante él y le dijo a gritos: ¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes. Es que Jesús estaba ordenando al espíritu inmundo que saliese de aquel hombre, pues a menudo te causaba ataques, y aunque le sujetaban con cadenas y grillos, él rompía las ligaduras y el demonio lo empujaba al despoblado. Jesús le preguntó: ¿Cómo te llamas? El respondió: Legión. Y es que habían entrado en él muchos demonios. Y le rogaban que no los mandase al abismo. Había por allí cerca una gran piara de ceros pastando en el monte y le rogaron que les permitiera entrar en ellos. El se lo permitió. Saliendo los demonios del hombre, entraron en los cerdos, y la piara se lanzó pendiente abajo hasta el lago y se ahogó. A1 ver lo ocurrido, los porqueros salieron huyendo y corrieron la noticia en el pueblo y por el campo. La gente salió a ver lo ocurrido, se acercaron a Jesús y hallaron al hombre e quien habían salido los demonios sentado a los pies de Jesús, vestido y en su sano juicio, y les entró miedo. Los que lo habían visto les contaron cómo se vió libre el endemoniado. Y toda la población de la comarca de los gadarenos, llena de miedo, le rogó que se fuera de allí. Jesús, subiendo a la barca, se volvió. El hombre liberado de los demonios le rogaba que le permitiera ir en su compañía. Pero Jesús le despidió diciéndole: vuelve a tu casa y cuenta lo que Dios ha hecho contigo. Y se fue proclamando por todo el pueblo lo que Jesús había hecho por él». (Le 8,26-39).


Continuando hacia el sur, el espacio entre la montaña y el lago se estrecha. No han faltado quienes se han fijado en este punto más es
escarpado y cercano al lago para situar aquí el precipicio por el que se arroojaron los cerdos al lago. A 2 km. de Kursi, al este de la carretera, existió hasta 1920 un poblado árabe Bir esh Shuqum, construido sobre las ruinas de una ocupación bizantina.