Hace un año que murió María.

Me pregunto y os pregunto:

¿Somos conscientes de la ayuda que tenemos?

¿Nos damos cuenta de que María en el cielo, intercede por nosotros?

Le hemos pedido cosas concretas, para mejorar.

Hemos hecho un plan de acción detallado, que con ayuda del examen diario, rectifique nuestro rumbo.

Que con su colaboración, podamos tener:

Más ilusión en lo cotidiano.

Alegría en la contrariedad.

Que podamos vivir:

Más desprendidos, más sobrios, menos cómodos.

Esto, contrariamente a lo que pueda parecer, nos ayuda a ser más felices.

Que podamos ser:

Más sinceros y humildes.

Servidores de los demás.

Más rezadores.

Aprovechamos su perseverancia, mejorando en:

El esfuerzo cotidiano por las pequeñas cosas.

En la puntualidad al horario previsto.

Nos valga su esfuerzo para:

Perseverar ante las contrariedades.

Ofrecer nuestro estudio y trabajo diarios.

Su alegría nos sirva para:

Mantener la nuestra siempre, sonriendo con cariño a los demás.

La Fe que tuvo, nos sirva para:

Avivar la nuestra.

Tener mas confianza en Dios.

Darnos cuenta de lo que significa ser hijos de Dios.

Que podamos estar: Menos pendientes de nosotros.