Los dolores del camino
Se
que lo estas pasando mal, pero como dice la Escritura
un hermano ayudado por su hermano es como una ciudad amurallada. Mi
consejo es fácil y además no
necesito de más información de lo
que ha ocurrido para
dártelo. No necesito saber
de quien es la culpa, posiblemente del otro, pero que más da, tuya quizá, de
los dos, de una tercera persona, repito que no importa para el consejo que te voy a dar. La mejor solución,
diría que la única, es la
de siempre.
Dar
gracias a Dios por que te ha permitido ofrecer un dolor
que no deseabas, como Cristo
en Getsemaní. Porque muchas veces le pedimos ayuda a Jesús,
y algunas veces viene con la Cruz. No lo entendemos, “ni lo entenderemos “,
pero Cristo para redimirnos murió en la cruz por nosotros. Podía
habernos redimido de otra manera, pero lo hizo así, será lo mejor. Y ¿ hay
dolor comparable a su dolor?
Ponte
ante el sagrario, sé que lo habrás hecho ya muchas veces, pero
abandónate a El y dile, no
entiendo. Te dirá quizá; " No importa,
mírame más, yo te consolaré, ofrécelo, perdona y olvida. Y
a empezar de nuevo, con una nueva juventud, enamorada de mi. Te repito,
empieza de nuevo, no analices, no preguntes,
que más da, perdona, pide perdón, tengas o no culpa. Sonreír en este
momento, difícil pero no imposible, yo
estoy en cada una de mis hijos.
Sonríeme a en cada uno de ellos, así que fácil, y si aún te cuesta recurre
a mi Madre. Ella es la consoladora de los afligidos, el auxilio de los
cristianos, y jamás se ha oído decir que ni uno solo de los que .
Antes
te he hablado del dolor, ahora quiero hablarte de
humildad.
Te
costará menos vencer si lo ves
todo desde el punto de vista de los dones que has recibido. ¿Pero
si todo lo recibido es de Dios?, y
solo los defectos son míos. Pero como cuesta perdonar. No busques que te den la
razón, que más da, Dios lo ve todo, olvídalo y a empezar. He dicho empezar,
no se si empezar o terminar, pues yo ya estoy viendo el
cielo. Allí
la alegría para siempre, me
consuela mucho el libro del Apocalipsis, al que venciere le daré ...Sabemos que
el mayor pecado del mundo tiene origen en la soberbia, y como nos afecta a
nosotros. Por eso te digo que olvides, confía, Dios lo puede todo, tu no, pero
El si. Ya sé que es difícil, pero es que nos fijamos en nuestras fuerzas y no
en las suyas. Ánimo.
Hay
que dejarse pisar para que Jesús pise blando, aunque duela, que dolerá. Cuando
el dolor es interior duele más, es más dolor. Pero
¿ y el de Cristo? cuando tantas veces le hemos ofendido. Además ten en
cuenta que todo se pasa.
Por
último decirte que, cuando el dolor que
he tenido es muy grande, he repetido sin parar: Consoladora de los afligidos,
auxilio de los cristianos. No una, ni diez,
ni cien veces,
miles de veces, sin cesar, que no dejará
la Virgen que: ni demonio ni
el mundo
ni la carne te atormente, y
seguro pasará pronto.
Bueno,
creo que son temas que se arreglan rezando, no creo que hay otra solución,
encomiéndate a María y a san José,
que Santa Teresa dice que no sabemos los favores tan grandes que hace, el
tuvo grandes apuros y entiende bien estos temas.
Yo te encomiendo, en el cielo nos reiremos de todo , un fuerte abrazo y besos.