Sobre la Ascética
Querida María:
La ascética,
es palabra que nos parece lejana, pero para darnos cuenta que la debemos tener
muy presente no me resisto a que meditemos sobre el tema.
Para ello,
no he visto mejor trabajo que el que escribió Juan Pablo II, creo que en
Cracovia, donde tu y yo hemos estado, y fue antes de ser Papa. Entresaco unos
párrafos:
“El hombre
siente de una manera más intensa y directa lo que es material, lo que cae bajo
los sentidos y los satisface. Se explica así la fuerza de los valores
materiales en el sujeto que es el hombre, su fuerza subjetiva.
Los valores
espirituales no tienen esta fuerza, no conquistan al hombre con tanta facilidad
y no lo atraen con tanta potencia.
Es necesario
observar que los valores espirituales son objetivamente superiores a los
materiales, aquellos nos dan una felicidad que estos no nos pueden dar, además
los valores materiales nos dan placeres parciales y siempre limitados en el
tiempo mientras que los espirituales son más plenos e ilimitados.
Y,
precisamente, por este motivo, en el conflicto entre los valores materiales y
espirituales, los valores espirituales sufren frecuentemente una derrota.
Semejante derrota es una derrota del hombre, porque son precisamente los
valores espirituales y morales los que deciden su perfección y en último
extremo su felicidad, por esto resulta comprensible que el hombre deba
defenderse de semejante derrota. Debe hacer, por tanto, que los valores más
débiles se hagan en él más fuertes, dado que son objetivamente más poderosos y
más importantes.
Con los valores
inferiores, en cambio, debe moderar en parte la fuerza de atracción que reciben
de los sentidos y que no está conforme con la verdad objetiva del bien.
Para poder
hacer lo que antes se ha indicado, para colocar todos los valores vividos por
el hombre en su puesto más apropiado, es necesario un esfuerzo particular: este
esfuerzo se llama precisamente "ascética".
La ascética
es un elemento normal e indispensable en la vida del hombre. La ascética no es
una huida en la vida del hombre, precisamente la ascética garantiza al hombre
la plenitud de la vida mediante un dominio perfecto de sus campos más difíciles.
La ascética
tiene un significado realista, y sólo quien obra con realismo está en
condiciones de practicarla. Con la ascética, el hombre descubre el camino que
le conduce al Bien objetivo incondicionado: el camino hacia Dios.”
Por eso,
después de leer con detenimiento estas frases, uno se da cuenta de la importancia
que tiene el tema para nuestras vidas.