Sobre el Libro del Apocalipsis
Querida María:
“Yo soy el Alfa y la
Omega, dice el Señor Dios,
El que es y era, el que
viene, el Omnipotente.
... y puso su mano diestra sobre mí, diciendo:
no temas, soy Yo, el
primero y el último,
el que vive y estuve
muerto,
y he aquí que vivo por
los siglos de los siglos;
y tengo las llaves de la
muerte y del lugar de los muertos”.
“Al que venciere le daré
a comer del árbol de la vida,
que está en el paraíso de
mi Dios.
Sé tu tribulación...
Nada temas de lo que
tienes que padecer.
Permanece fiel hasta la
muerte y te daré la corona de la vida.
El que venciere será
exento de la muerte segunda.
... y mantienes mí nombre
y no negaste mí fe...
Al que venciere le daré
del maná escondido,...
Yo soy el que escudriño...
los corazones,
Y os daré a cada uno
según sus obras.
Al que venciere y
guardare hasta el fin mis obras
le daré potestad sobre
las gentes...
“Anda vigilante...
Recuerda qué cosas has
recibido y oíste,
Y guárdalas y
arrepiéntete...
Ya que no sabes a qué
hora vendré a ti.
El que venciere, éste se
vestirá de vestiduras blancas
Y no borraré su nombre
del árbol de la vida.
Esto dice el Santo, el
verdadero,...
El que abre y nadie
cerrará,
y que cierra y nadie
abrirá.
Al que venciere le pondré
de columna en el templo de mi Dios.
Al que venciere le haré que se siente en mi trono”.
“Bienaventurados los
muertos que
mueren en el Señor, ya
desde ahora. ("ya desde ahora", antes del juicio final,
qué alivio, no ya más
espera. Hoy estarás conmigo en el paraíso, dice el Señor).
Sí, dice el Espíritu, que
descansen de sus trabajos,
porque sus obras los
acompañan”.
“Fueron juzgados cada uno
según sus obras.
Y quien no fue hallado
escrito en el libro de la vida,
fue arrojado al estanque
de fuego”.
“Y vi un nuevo cielo y
una nueva tierra, ...
Y oí una gran voz...que
decía:
He aquí la tienda,
mansión de Dios con los hombres,
Y fijará su tienda entre
ellos, ellos serán pueblo suyo,
Y el mismo Dios estará
con ellos como Dios suyo y
enjugará toda lágrima de
sus ojos,
y la muerte no existirá
ya más,
ni habrá ya más duelo, ni
grito, ni trabajo;
lo primero pasó.
Y me dice: escribe que
estas son palabras fieles y verídicas.
Y me dijo ...
Yo soy el Alfa y la Omega,
El principio y el fin.
Yo al que tuviere sed le
daré de balde de
la fuente del agua de la
vida.
Al que venciere poseerá
en herencia estas cosas,
Y yo para él seré Dios y él
para mi será hijo.
Más para los cobardes e infieles,
... homicidas, fornicarios ... y
Para todos los
embusteros, su herencia será el estanque que
arde con fuego y azufre,
que es la segunda muerte.
... (sigue hablando del
cielo) y sus puertas no se cerrarán de día:
que noche no habrá allí”.
“... y nada habrá allí
que sea objeto de maldición.
Y estará en ella el trono
de Dios y del Cordero ...
Y no habrá allí noche, y
no tienen necesidad de
luz de antorcha, ni de
luz del sol,
porque el Señor Dios
irradiará luz sobre ellos
y reinará por los siglos
de los siglos.
He aquí que vengo presto
y conmigo está mi recompensa
para pagar a cada uno
según sus obras.
Yo soy el Alfa y la
Omega, el primero y el último, el principio y el fin.
... y el que quiera, tome
de balde agua de vida”.